¿Qué decir de Nueva York? Es una de las ciudades más nombradas y renombradas.
Y es un estereotipo en sí mismo: el Empire State, la Estatua de la Libertad, Manhattan, Brooklyn, Wall Street, Central Park, la 5ta. Avenida, el Hotel Plaza, Times Square y la lista continúa.
En cuanto a arte, moda, economía, política, comunicación, entretenimiento, arquitectura y educación, es influida por culturas de todo el mundo, e influye en muchísimas otras ciudades y en países enteros.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, Nueva York se convirtió en la meca de las vanguardias del pensamiento —reemplazando a distintas zonas de Europa como Alemania, Francia, el Reino Unido—.
Bette Midler dice: “Cuando son las 3 de la tarde en Nueva York, todavía es 1938 en Londres.”, para referirse al espíritu innovador de la metrópolis.
La ciudad se compone de cinco distritos: Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island. Los famosos, turísticamente hablando, son los dos primeros.
Aquí te presentaremos un recorrido de 1 día por el Midtown y el Downtown este de Manhattan.
El transporte
Las formas de transportarte son múltiples. Sin embargo, en primer lugar hay que destacar que es costoso e incómodo alquilar un automóvil en esta ciudad —debido a la gran cantidad de movimiento y personas, y los altos precios del estacionamiento-. Es por ello que el recorrido propuesto está sujeto a las estaciones de subte de la línea verde -4, 5 y 6-. Otra opción es hacer el recorrido a pie, ya que los taxis no son económicos como para recomendar su uso intensivo, pero si se siente que es lo que se necesita, solo hay que gritar: “¡Taxi!”. Un aviso para quien elija caminar: las distancias son amplias.
Primera parada
El Central Park -que comienza en la calle 59- es el divisor de la parte alta de la isla de Manhattan: al norte se encuentra Harlem; abajo, el Midtown y el Downtown; al este, el famoso y residencial East; y al oeste, el elegante y exclusivo West.
Es recomendable que el hospedaje del turista quede en la zona que va desde la calle 59 hasta la 30. De esta manera estará próximo a las atracciones principales.
Desde esa zona, se sugiere caminar hasta la Grand Central Terminal, en el 89 East de la calle 42. Es la estación de trenes más grande del mundo y, su característica más particular —además de ser famosa por su constante aparición en películas y series— son las bóvedas de ladrillo, obra del célebre arquitecto Rafael Guastavino. Es emblemático también el reloj central y su curioso mural en el techo: un cielo con 2500 estrellas donde se advierte el Zodíaco con los signos de octubre a marzo, pintado al revés de como se vería desde un telescopio.
A tres cuadras de allí hacia el este, se encuentra el imponente edificio central de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, United Nations o UN. Vale la pena acercarse y hacer un tour por sus oficinas, museos y asambleas.
Segunda parada
Desde la Grand Central Terminal, arranca el recorrido al que se le puede poner una pausa en la estación de la calle 23, debido a que a pocas cuadras hacia el oeste de allí se encuentra el célebre Flatiron Building.
Esta construcción es muy particular e icónica por su maravillosa arquitectura: ocupa una esquina triangular aguda, y eso le otorga su forma tan interesante. El edificio aparece en cientos de películas, como la comedia “Hitch” o la de aventuras “Spider-Man”.
Tercera parada
Si se continúa el viaje hacia el sur, desde la estación en la calle 23, se llega sin problemas a la parada de la calle Canal. Esta es la divisora entre las zonas de China Town y Little Italy, cada una con sus pintorescos locales. Es imperdible conocer ambas.
Luego de hacerlo, se puede continuar en el subte o bien caminar hasta el Financial District, donde se sitúan el Ayuntamiento, el monumento en memoria del 11 de Septiembre —del lado oeste— y, al sur y a lo lejos, la omnipresente Estatua de la Libertad.
Atención
Es importante que, si se va a utilizar el subterráneo contantemente, se adquiera una Metro Card. Con ella es fácil ahorrar unos cuantos dólares
—si se hacen cuentas, el ticket común y unitario sale más caro—.
Poca gente entiende por completo el sistema de subtes de Nueva York. Por eso, se sugiere al viajero no tener miedo a preguntar al iniciar un viaje o si se siente perdido. Los neoyorquinos son amables y solidarios de verdad, a pesar del ritmo vertiginoso de esa urbe.