San Pablo o São Paulo es la capital del estado brasileño de igual nombre.
Esta ciudad es de un tamaño destacable y es internacionalmente reconocida como una de las urbes más pobladas del mundo.
Además, posee numerosos museos de renombre. También brilla por ser el mayor centro financiero de América Latina.
Si estás por visitar Brasil y pensaste en recorrer su capital económica, aquí encontrarás datos útiles sobre 3 puntos a los que deberías dirigirte para disfrutar y conocer a fondo.
Avenida Paulista
Esta es la arteria principal de toda la ciudad.
Nació en el siglo XIX cuando tenían allí sus majestuosas residencias los “barones del café”.
Ubicada en la región más alta de San Pablo—llamada Cima Paulista—, ella divide las zonas centro-sur, central y occidental.
En sus casi 3 kilómetros de longitud, la Avenida Paulista alberga las sedes de bancos de primera línea, consulados, un museo y una biblioteca deslumbrantes, un parque, shoppings, residencias de lujo, edificios de canales de televisión, un hospital y restaurantes de una variedad impresionante. Increíble, ¿no?
La vía posee anchas aceras y la línea 2 del metro cubre todo su recorrido, de modo que el turista puede disfrutarla alternando ambas opciones.
De la pluma de ambos creadores nacieron libros como “Seis problemas para don Isidro Parodi”, “Crónicas de Bustos Domecq” y “Un modelo para la muerte”.
Museo de Arte de San Pablo
El Museo de Arte de San Pablo o MASP es uno de los sitios de visita obligada en la Avenida Paulista. La mezcla de artes plásticas, de antigüedades egipcias y grecorromanas, de fotografías, de indumentaria y de objetos kitsch de la cultura popular conforma una colección inédita.
Numerosas culturas están representadas allí: desde las de México hasta las de China. Se tardaron casi 60 años en reunir ese acervo que hoy resulta sorprendente.
Entre las obras de artistas inmortales se hallan algunas de Rafael, Botticelli, Delacroix, Courbet, Manet, Monet, Renoir, Degas, Cézanne, Van Gogh, Rubens, Rembrandt, Van Dyck, Van Dornicke, Reynolds, Constable, Gainsborough, Turner, Picasso, Léger, Modigliani, Matisse, Chagall, Rivera y Warhol. Junto con ello, hay un generoso espacio en el MASP para creadores nacidos en Brasil: son los casos de Tarsila do Amaral, Candido Portinari, Emiliano Di Cavalcanti, Anita Malfatti y Lasar Segall.
No solamente el contenido del MASP es inusual: el edificio en el que se encuentra nunca pasa desapercibido.
Considerado un monumento en sí mismo, el MASP fue diseñado por la arquitecta Lina Bo Bardi y se caracteriza por la “locura” que implicó construir el edificio principal a 74 metros de altura del suelo.
Con forma de gran rectángulo, la mole es sostenida por cuatro pilares laterales. Todo el concepto —que fue considerado único en el mundo por su peculiaridad—, surgió a raíz de la idea de que el Museo no debía desaprovechar la maravillosa vista que allí había hacia el centro de la ciudad.
Su ubicación, Avenida Paulista 1578, es sumamente accesible para el turismo.
Un dato adicional: si el turista es fanático de la arquitectura, encontrará en la capital paulista otro edificio singular y que se transformó en uno de los emblemas de la urbe. Es el edificio Copan, ideado por Oscar Niemeyer -el mismo que participó en el diseño de la vanguardista ciudad de Brasilia- y Oscar Cequeira Lemos.
Con su forma ondulante similar a una S, la mole es el hábitat de unas 5000 personas que residen en sus casi 1000 apartamentos.
Sus franjas horizontales no son únicamente ornamentales: se trata de parasoles para graduar la luz y la temperatura.
Jardín Botánico de San Pablo
A casi una hora de viaje desde la Avenida Paulista se encuentra el Jardín Botánico de San Pablo.
Las formas de llegar a él es alquilando un vehículo o haciendo distintas conexiones de líneas de metro —por ejemplo, la 875A-10 y luego la
279—. Hay que destacar que el metro funciona sumamente bien, y que moverse en San Pablo en auto puede impedir calcular adecuadamente los tiempos ya que el tránsito es intenso a toda hora.
El Jardín Botánico está ubicado en Avenida Miguel Estéfano 3687.
Fundado en 1938, abarca 360.000 metros cuadrados de verde en el que se conjugan espectaculares paisajes, jardines temáticos, un lago, invernaderos, un museo y diversos senderos para recorrerlo. El reducto contiene unos 45.000 árboles y plantas, que incluyen cerca de 380 especies distintas.
Allí es factible encontrar llamativos ejemplares de la familia de las orquídeas, plantas ornamentales y acuáticas, hongos terrestres, palmas, árboles frutales. En los dos invernaderos con los que el parque cuenta se protegen las familias botánicas de la mata o bosque atlántico y tienen lugar exposiciones temporales.
La entrada es paga y la visita le dará un toque distinto –y muy tropical– a un tour por San Pablo. Es altamente recomendable, así mismo, si el viaje se efectúa en familia.
Aunque el verano y la primavera son las dos estaciones preferibles para visitar esta atracción, en otoño y en invierno se disfruta a pleno de este peculiar santuario de las plantas.