En Argentina, en el partido de Coronel Rosales, al sur de la provincia de Buenos Aires, se halla la localidad balnearia de Pehuen-Có.
Pasar ahí unos días implica vincularse con la naturaleza y la historia en sus diversas formas.
Aquí te contamos algunos puntos prominentes.
Don Quijote
La pequeña ciudad tiene calles arboladas, y su diseño con diagonales y curvas invita a la caminata distendida.
Así, andando, es posible llegar a la Casa del Molino.
Se trata de una propiedad privada que con su arquitectura quiso homenajear a Don Quijote de La Mancha, el inmoral personaje creado por Cervantes.
Otro inmueble curioso es la Casa Barco.
Además, la plaza y la capilla de la localidad poseen una particularidad: fueron construidas con las piedras de lastre que llevaba una goleta que encalló en sus costas. Hoy se la llama “El barco hundido”.
Los gliptodontes
El balneario en sí se ubica cerca Las Huellas, un yacimiento de paleoicnitas o rocas sedimentarias.
En Pehuen, específicamente, se observan afloramientos de rocas arcillosas en la playa. Allí, hace 12.000 años, animales como gliptodontes, mastodontes y megaterios dejaron para siempre sus rastros.
El Bosque Encanado es otro foco de atracción para los amantes del trekking a través de cipreses, eucaliptos y pinos.
Y a 12 kilómetros de ese lugar, la Reserva Baterías- Darwin presenta acantilados con restos de la fauna que vivió en la zona 5 millones de años atrás. Ese sitio fue visitado por los naturalistas Florentino Ameghino y Charles Darwin.