En África se encuentra la que es considerada –por muchos– como la playa más fotografiada del mundo.
Se halla en una de las islas del archipiélago de las Seychelles, que están rodeadas por el océano Índico.
Esta excolonia británica es un país en el que sus habitantes pueden ser considerados políglotas: casi todos ellos hablan fluidamente francés, inglés y un dialecto local: el criollo seychelense.
Aquí podrás leer otras particularidades de este paraíso tropical.
Un barco
La Digue es la tercera isla más habitada de las 115 que forman las Seychelles.
Y la cuarta en superficie.
Su nombre proviene de un barco que en 1678 llegó hasta allí. Era comandado por el explorador francés Marc-Joseph Marion du Fresne.
En la isla hay dos localidades prominentes: La Reunión y La Passe.
En total, viven en La Digue unas 2000 personas, todas mayormente dedicadas a la actividad turística.
De la plata
La playa “estrella” de La Digue es Anse Source d’Argent.
Su denominación podría traducirse como “cala de la fuente del dinero” o “de la plata”.
¿Y por qué es tan fotogénica?
Podría ser por sus aguas turquesas y transparentes, o por sus enormes bloques de granito que el tiempo esculpió otorgándoles formas sinuosas.
Ello le da a la playa un aspecto poco convencional.
Su clima oscila entre los 24ºC y los 32ºC todo el año.
Para llegar a la playa es preciso atravesar una plantación de cocoteros y de vainillas. Allí, es posible encontrarse con un pájaro de color negro y brillo azul profundo: el monarca colilargo de Seychelles, del que quedan muy pocos ejemplares.
Muchos turistas afirman que el momento ideal para las fotos es el atardecer, cuando el cielo toma tonalidades de un color naranja intenso.