En la provincia de Buenos Aires, Argentina, un pequeño pueblo guarda la memoria del escritor Adolfo Bioy Casares.
El autor de “Plan de evasión” y “Diario de la guerra del cerdo” vivió allí varios años administrando la estancia de su familia.
Aquí te contamos más datos de este lugar donde se une lo gauchesco con lo literario.
Casi atemporal
El pueblo se denomina Pardo y está ubicado a 228 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
Se trata de un ámbito tranquilo, casi atemporal, que conviene recorrer sin apuro.
Uno de sus atractivos es la capilla abandonada, que se usó en varias filmaciones.
Por las calles sin asfalto se llega asimismo al bar y al hotel, que el mismo Bioy Casares frecuentaba.
La estancia de su familia, llamada Rincón Viejo, fue el lugar que el escritor eligió para escribir su obra “La invención de Morel”.
En la estación de ferrocarril, hoy en desuso, se planea abrir nuevamente al público un museo dedicado al escritor.
Allí se reúnen fotografías, libros del autor y hasta el registro histórico de su boda con la escritora Silvina Ocampo. Contrajeron enlace en 1940 en Las Flores, cabecera del partido al que pertenece Pardo.
Otro sector del museo se centra en el mundo ferroviario, y recoge señales de época, teléfonos, máquinas.
Vale destacar que Bioy Casares nació en Buenos Aires en 1914 y falleció en 1999.
Además de las obras de su autoría, se destacan varias hechas en colaboración con el escritor Jorge Luis Borges, a quien lo unió la admiración y la amistad.
De la pluma de ambos creadores nacieron libros como “Seis problemas para don Isidro Parodi”, “Crónicas de Bustos Domecq” y “Un modelo para la muerte”.
Dos objetivos
Otra particularidad del Pardo es el proyecto Yamay, situado a dos kilómetros del casco urbano.
La iniciativa tiene dos objetivos.
Por un lado, apunta a la educación: distintos voluntarios brindan capacitación sobre energías renovables, huerta orgánica, permacultura, lombricultura, forestación, reciclado de residuos, jardinería.
La otra iniciativa, de tipo espiritual, incluye actividades como yoga, tai chi chuan, meditación y qi gong.
Sumado a ello, los visitantes tienen la opción de realizar avistaje de aves o birdwatching, astroturismo y cabalgatas.
Además, el sitio cuenta con cabañas, y espacio para camping y para casas rodantes.