En gran parte de Sudamérica habita la pava amazónica, también llamada pava pitsa, pava de monte, pava carrosa, úquira y pucacunga.
Son varias denominaciones para un animal singular.
¿Te atraen las aves salvajes? Aquí encontrarás detalles sobre su aspecto y sus costumbres.
De Brasil a Colombia
La pava amazónica –o Penelope jacquacu, por su nombre científico– es un ave que habita en una superficie de unos 5.000.000 de kilómetros cuadrados.
Ese vasto territorio abarca grandes zonas de Brasil, Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú.
En general, la pava habita en el bosque húmedo tropical, entre los 100 y los 1800 metros sobre el nivel del mar.
Prefiere los bordes de los bosques jóvenes antes que el centro. Y suele vivir posada en las ramas de los árboles.
Se la suele ver en pareja o sola, y muy de vez en cuando en grupo.
Su alimentación consta de pequeños frutos e insectos que atrapa con habilidad.
Una garganta
La pava tiene un plumaje negruzco con algunas líneas claras, y un copete con plumas bordeadas de blanco.
Una particularidad de su aspecto y su marca distintiva es la garganta roja.
Es un ave de unos 89 cm de longitud en la edad adulta.
En cuanto a su canto, emite un agudo chillido al dejar un árbol y, además, produce un fuerte ruido al posarse en otro.
Por su hábitat, no corre peligro de extinción.
El neoyorquino Pete Hamill, autor de más de 20 libros, dijo una vez: “No pregunto por el significado del canto de un pájaro o la salida del sol en una mañana brumosa. Ahí están y son hermosos”.
Este pensamiento puede aplicarse, sin dudas, a la curiosa belleza de la pava amazónica.