En Burguillos, a 40 kilómetros de Sevilla, España, el calor se hace sentir especialmente en el verano.
Un arquitecto ideó allí una casa bajo tierra, para aprovechar la frescura del suelo.
Aquí te contamos más sobre la obra y su creador.
Cinco continentes
La casa de retiros espirituales de Burguillos fue concebida por el arquitecto argentino Emilio Ambasz.
Nacido en 1943, cursó la carrera de arquitectura en la Universidad de Princeton, Estados Unidos. Y fue curador del Departamento de Arquitectura y Diseño del Museum of Modern Art de Nueva York.
Desde su consultora ha desarrollado proyectos para los cinco continentes.
Siempre se orientó a una arquitectura que tomara en cuenta la naturaleza, aprovechándola en su beneficio y ahorrando así energía.
Al mismo tiempo, luchó por diferenciar esa postura de la simple idea de decorar edificios y casas con abundantes plantas para darle un sello ecológico.
Por otro lado con su serie de sillas Vértebra obtuvo, entre otros premios, el Compasso d’Oro, máxima distinción italiana al diseño industrial.
Toros de lidia
La casa de retiros espirituales se sitúa en un lote de 600 hectáreas onduladas y cubiertas por pasto, donde se crían caballos de raza española, cerdos de pata negra y toros de lidia.
Lo primero que observa el visitante al llegar a la casa, son dos muros blancos y altos, en un ángulo perfecto de 90 grados.
En la base hay una puerta y al ingresar a ella se encuentra una gran escalera en forma de V, que baja hacia la casa propiamente dicha.
De modo que la casa está bajo tierra, aunque algunas perforaciones permiten que entre la luz.
Al mismo tiempo, desde esos dos muros blancos parten dos escaleras estrechas, de manera simétrica, que conducen al mirador superior.
El pequeño mirador está hecho con celosías y su diseño remite a la tradición árabe.